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  • Foto del escritorJorge Eduardo Peláez

EL COMETA QUE NO VOLABA.

EN EL CÍRCULO EJECUTIVO, EL TALENTO COMBINADO SIEMPRE SERÁ MÁS PODEROSO QUE EL VALOR INDIVIDUAL. TODOS JUNTOS VOLAMOS, TODOS JUNTOS CAEMOS.


Hace algunos años, en una reunión de ejecutivos de alto nivel pude percibir, como muchas otras veces antes, la alta competencia por la atención y preferencia del CEO que existe en las personas y que daña consistentemente la colaboración de los equipos. Los duelos de argumentos y debates muchas veces sin fondo, desorientan consistentemente el sentido de propósito, y abren paso a la búsqueda de satisfacción personal absurda antes que al valor de las aportaciones con sentido.


En uno de esos momentos abstractos que me invaden con frecuencia, pensé que de alguna manera los grupos ejecutivos son y deben ser una especie de inventario de talento de la organización, y que deben complementarse y retarse consistentemente para no permitir que el confort y la calma, dominen en un mundo donde esos elementos, son simplemente una utopía. Además, debía yo idear una forma clara de medir esos talentos y su balance, en una palabra, darles visibilidad práctica y simple.


El resultado de este trabajo, ha sido ya aplicado muchas veces y recientemente sufrió un nuevo ciclo de mejora. Comparto ahora los 4 elementos que juegan en el valor de un equipo ejecutivo de alto desempeño frente al líder al gestionar la organización:


1. Confianza en las aportaciones realizadas

2. Influencia real en las decisiones del negocio

3. Conocimiento, habilidades y dominio técnico

4. Efectividad y nivel de responsabilidad tangible



El equilibrio dinámico se sustenta gracias al aire frontal.


Para poder darle un sentido más práctico y visible, buscamos un acrónimo que hiciera sencilla su comprensión e impacto; terminamos llamándolo: KITE (Knowledge, Influence, Trust y Effectiveness). Curiosamente, esta palabra acomodada en un rombo representaba un cometa que vuela contra el aire, y que demanda un equilibrio para sostenerse que solo se logra con un balance adecuado frente a la corriente de aire. Lo mas curioso, es que al final también aplicó muy bien para equipos que no necesariamente son de orden ejecutivo y que hoy miden tangiblemente su equilibrio.


Con el tiempo, los duelos de vanidades, cambian a ser consensos en donde la sinergia total sostiene el cometa que es un equipo de trabajo.


Muchas empresas usan el modelo KITE para sustentar su vuelo. Un equipo maduro y en equilibrio, vuela alto. Muchos otros a veces… no pueden sostenerse.


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